Una paneo por las vidrieras de Scalabrini Ortiz al 1000, la zona donde proliferan los negocios consagrados a la venta de lanas con sus ineludibles altares de ovillos y agujas de tejer y cada semana se dan cita las tejedoras profesionales y amateurs


“Mi papá nació en Villa Crespo y mis abuelos vivieron siempre ahí, recuerdo haber visto el apogeo de la avenida Scalabrini Ortiz en mi infancia; luego hubo algunos negocios cerrados pero siempre permanecían los antiguos.En 2001 hubo un resurgimiento del tejido, que se volvió a poner de moda tejer para uno y para los demás, entonces se abrieron muchos más locales de lanas. Y desde hace unos años las lanerías se fueron modernizando, mejorando los productos, produciendo más variedades de hilados, colores y texturas, generando diversidad en el producto y dirigidos a cierto público: los mayoristas y también quienes venden en menores cantidades. Más recientemente se convirtió en un polo textil porque las lanerías ampliaron sus productos, desarrollaron hilados con diseños, generaron imágenes más interesantes”( Fragmento de “Vanguardia textil” una entrevista a la diseñadora Paula Ledesma publicada en el diario Página 12, junio de 2012)


