“La revolución de los cuerpos”. Moda, feminismo y diversidad por Sofía Calvo.(Ril editores, 2019).150 páginas. Con ilustraciones de Aly Bonilla

El sistema de la moda está en jaque. Lo experimentado durante la pandemia y en el momento posterior fue un motivo suficiente para detener la pelota y mirar en qué dirección seguir. Así como Alessandro Michele envió su imperioso mensaje para bajar la velocidad del calendario de colecciones, también se pusieron sobre la mesa las urgencias medioambientales producto de los avatares producidos por ese sistema a la vez que excluye a los cuerpos que no se alinean con los estándares de belleza hegemónicos.
En La revolución de los cuerpos. Moda, feminismo y diversidad (2019), la periodista chilena Sofia Calvo se refiere a ese sistema: “En medio de la nueva ola feminista, la moda toma un rol silencioso y, por momentos, contradictorio que nos invita a cuestionar nuestras formas de consumo, la manera en que nos estamos mirando al espejo y los referentes que se nos está proponiendo seguir y mirar. ¿Qué tan feminista es la moda? ¿Se puede ser feminista y vestirse sin preguntarse “quién hizo mi ropa”? ¿cómo interpreta la diversidad de los cuerpos esta industria?”. La contratapa del libro propone algunos de los posibles abordajes a las problemáticas en agenda.
Sus anteriores libros son Relatos de moda (2013) y El nuevo vestir (2016) (también es la creadora de un sitio especializado en moda de autor latinoamericana llamado Quinta Trends) pero en esta oportunidad, Calvo decidió meterse de lleno con lo específico de los cuerpos, con el feminismo y con la diversidad.
¿Es que acaso es posible abordarlos en soledad? Su escrito reúne diferentes voces, todos sujetos de moda, que aportan ejemplos, experiencias y una visión que, a lo largo del libro, compendian una suerte de escritos educativos que brindan un estado de situación de la moda latinoamericana para leer y reflexionar.
Así, cada uno de los tres capítulos hilvana con precisión un discurso que se sirve de casos de estudio, de datos duros de anteriores investigaciones propias y apropiadas y dixit de diseñadores claves en el mundillo de la moda internacional. Se lee a Maria Grazia Chiuri sin dejar de citar la aguda postura teórica de Susan Sontag para dar luz en la importancia de la moda como vehículo para empoderar a la mujer.
En esa línea, la escritora avanza y ofrece su primera persona para relatar su visión y experiencia laboral, así como también la personal. Esa que dejó huellas imposibles de borrar y sirvieron de condiciones de producción a la hora de repensar la importancia de la aceptación de los cuerpos y de la presión de la mirada propia y la ajena. En relación a ello y tomando a los movimientos hacia la revolución de los cuerpos como actualidad, la autora también pone el foco en la diversidad étnica y de género. Denuncia la apropiación cultural y defiende el trabajo que se desmarca de aquellos que lucran al respecto.
La invitación a recapacitar se lee en cada apartado. Sistemáticamente, Calvo especifica su hipótesis y aporta situaciones reales para acentuar lo planteado. Propone un caso latinoamericano para dar cuenta de las problemáticas que atraviesan a toda la comunidad interesada o no en el sistema de la moda.
Proclama servirse de la vestimenta como herramienta de cambio, como posibilidad de acción, de testimonio y como vehículo para la desobediencia: “La indumentaria es un excelente medio para reafirmar y visibilizar nuestros intereses, elecciones y estilos de vida. De hecho, cuando nos vestimos le entregamos a los demás un mecanismo silencioso para leernos”. Situación que ya mencionó la socióloga Susana Saulquin en su libro Política de las apariencias (2014), al desarrollar la idea de las relaciones entre las personas a modo de un juego social de negociaciones constantes entre todos los agentes del campo (porque si vamos a vamos a hablar de sociología, imposible no darle lugar a Pierre Bourdieu y su teoría de los campos). Bajo esa perspectiva, explicó que las apariencias son fundamentales: “ocurre que las prendas traducen y representan una trilogía que muestra quién soy, quién quiero ser y cómo me ven los demás. Así, cada uno, configura un discurso de su apariencia para expresar y relatar con su ropa la proyección de su propio ideal”.
Calvo invita a volver sobre los temas alrededor de algunas prácticas vestimentarias en un momento donde es posible accionar algún tipo de cambio. Intenta responder algunas incógnitas constituyentes del universo de la moda a la vez que abre el debate y deja la pelota picando para que cada lector pueda proyectar en su propio universo cómo desafiar los avatares del diseño, de la apariencia y de los mandatos que ya se vuelven rancios y obsoletos.
