Badowska (BSKA) es una marca de lencería argentina descaradamente erótica que conjuga las aspiraciones y filosofía sensual de la lencería dura con las lógicas ergonómicas y sanitarias de la blanda. Atravesada por la teoría feminista de la calle y la fiesta, y por el activismo de la diversidad corporal, la marca diseña prendas descontracturadas y sin género que tienen lo mismo de provocadoras que de cariñosas al cuerpo. 

Maru Badowski, su creadora, es originaria de Puerto Madryn, estudió Diseño de Indumentaria en la FADU y tiene una especialidad en diseño de lencería y corsetería. Trabajó un tiempo como vestuarista en el Teatro Colón y como profesora de diseño. La misión que se ha impuesto como diseñadora es la de crear prendas de lencería que permitan el juego, la sensualidad y el placer a todxs los cuerpos.  

Corresponde destacar que la tradición de estudios históricos sobre la lencería refiere a categorizarla según su estructura y materiales. Así la: lencería dura  o estructurada es la que utiliza algún material rígido (aros de plástico, varillas de metal, huesos de ballena depende el año en que nos ubiquemos) para estandarizar la forma de los cuerpos y crear una silueta específica de acuerdo a los estándares de belleza del momento. La lencería suave consiste en prendas no estructuradas como camisones, bragas o tops de lycra, que por lo general responden a una función de soporte e higiene.

La aventura de diseñar lencería para cuerpos diversos comenzó hace más o menos diez años, vendiendo en ferias, a amigas u a cualquiera que quisiera comprar (Maru llevaba por entonces una cajita llena de bombachas a todos lados). Las Cachas fue el primer proyecto, una marca inspirada en la sensualidad colorida y casquivana del pin-up con un catálogo de talles un poco más amplio que la oferta en el shopping. Con el tiempo, esa sensualidad naive de escotes corazón, tiros altos y besos al aire viró a una dirección más oscura, peligrosa y francamente sexual. Algunas tipologías (como el tiro alto y la estética de las medias y liguero) se conservaron, pero por lo demás, las bombachas, corpiños, y otros accesorios tomaron un tinte más oscuro, inspirado en las búsquedas filosas y profundas del BDSM y comprometido con la democratización del erotismo y el placer. Así nació Badowska. 

A diferencia de la lencería de maniquíes, la premisa de Badowska es crear prendas para disfrutar del cuerpo sin prejuicios. La forma, medidas y estructura blanda están pensadas para el cuerpo que va a vestirlas y no para el ojo que las va a ver. La relación entre los elásticos, telas y reguladores está meticulosamente calculada para que la prenda abrace los cuerpos, acaricie las curvas y acompañe cada deseo. Los talles en corpiños, bombachas, arneses, portaligas y demás, van del XS hasta 3 o 4X. La ampliación en cuanto al espectro de talles y visibilización de cuerpos diversos en la publicidad de Badowska ha sido gradual y muy de la mano con las reflexiones del movimiento de diversidad corporal. Este proceso de ampliación de talles y formas lleva detrás muchas horas de matemática, experimentación con las reglas de progresión de talles y diseño de artilugios para lograr la muy noble y compleja tarea de diseñar lencería para cuerpos y deseos diversos. 

Foto: @almachamot modelesl @vvinito @fernandogeco

La combinación entre la amplitud de talles y la minuciosidad de los diseños arriesgados da lugar a un lenguaje de sensualidad que no tiene nada que ver con tamaños, formas, texturas o colores, sino con un erotismo que sucede en la piel y se construye a partir del reconocimiento de unx mismx, de conectar con las complejidades y paradojas del cuerpo, placer, afectos y deseos. 

La propuesta de Badowska va mucho más allá de imágenes explícitas y no normativas, y más allá también de la psicología del amor propio y la autoaceptación. Ésta es lencería que milita una postura frente al cuerpo basada en el sentir. Sentir el cuerpo. Sentir el placer de las tiritas de elástico semibrillante apretando los muslos, el microtul rozando el vello púbico, el engomado negro asomando los pezones. Sentir el cuerpo y todas las cosas que le pasan.  

En estas prendas el activismo brilla y toma cuerpo [literalmente] en las jornadas que Badowska organiza cada tanto en las que personas interesadas se juntan a compartir y discutir experiencias sobre los cuerpos, sexualidad y erotismo. La que quiere se pone maquillaje en la cara y todxs posan para la cámara en sus conjuntos BSKA. Quien se apunta en las jornadas tiene boleto para participar de la magia de un espacio cuidado e íntimo para compartir y experimentar con el deseo. 

Estos días Maru sigue experimentando con las piezas, buscando nuevas propuestas de lencería y también reproduciendo las clásicas. Además ha empezado una búsqueda para llevar la sensualidad de la ropa íntima, la ropa interior, a prendas que puedan usarse también en la calle. 

El showroom de Badowska está en Chacarita y se puede visitar miércoles y viernes de 17 a
20 hrs.