Las influencias de Bob Honores

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Si bien antes de estudiar diseño consideró ser un periodista deportivo, desde 2018 y luego de formarse en Indumentaria en la UBA, se desempeña como director creativo en Tramando, la firma fundada por Martín Churba y cuya premisa estética es la filosofía textil. En la conversación con Sucesos de Moda, se refiere a sus influencias estéticas.

Del cuello de la camisa blanca con una remera superpuesta que Bob porta al llegar a un café de Parque Centenario que antaño fue una sastrería , cuelga una cadena con medallas que replican el logo y el sello distintivo del balneario de playa en el que creció y pasó su infancia y cuyo logo enuncia su apellido: Honores. Luego él agregará  que el apodo Bob Honors que usa en las redes sociales responde a  la broma que alguna vez le hizo una amiga, aludiendo a que así sonaba cual un actor porno.

“Antes de ser diseñador quise ser periodista deportivo, esa pasión surgió cuando a los doce años quedé prendado de la emisión de los Juegos Olímpicos de Atenas:  desde chico practiqué gimnasia artística y natación. Durante la pandemia, a través de la colección “Alto rendimiento”, para Tramando volví a conectar con mi interés por el deporte, considero que fue una colección autobiográfica porque reunió mis pasiones: el mundo del deporte y el lenguaje de la moda . Estuvo inspirada en la deportista rumana Nadia Comaneci , ella es mi heroína deportiva y lo más importante fueron las estampas digitales con fotos referidas a ella. Las reformulé para construir una nueva imagen,  me gustaron tanto que conservo algunas referencias pegadas en mi casa”, sentencia Bob.

Para apreciar su singular devoción por la estética deportiva- sin los clichés de un buzo con capucha, sugerimos remitirse a su cuenta @fagin_sports, donde reúne extravagantes estilismos de deportistas olímpicos vinculados con su tesis de diseño. 

“Considero que lo que más incorporé de Tramando es el trabajo en telas de punto, el morley, los desagujados, todos son recursos que me empezaron a seducir en la firma porque antes desconocía su atractivo. Pero sin duda lo que más me gusta diseñar son camisas, las podés llevar hacia la sastrería o a los vestidos. A partirde mi incorporación se sumaron clientas más jóvenes que no usan estampados, y representan a otra generación, De todos modos seguimos considerando a las clientas históricas de la marca, las que usan el total look , la ropa más ceñida y con tonos brillantes. 

Cómo surgió tu aproximación a las siluetas contemporáneas que predicás?

De lo aprendido de Diana Lisman y de Eva Maldonado en la cátedra “Medios expresivos”, comencé a tomar una idea para luego transformarla en un objeto y de ahí surgió una moldería para reflejar mi interés por el movimiento de los cuerpos en el aire que ensayan los deportistas. Mis estructuras resultaron de hacer girar a 360 grados mi molde base; me gusta hacer un molde que es un divague, cortar la tela y coserlo. En el proceso hay mucho de ensayo y error.

-¿Cúales son las señas particulares de Tramando bajo tu dirección creativa ?

-Está muy influenciada por las enseñanzas de Martín Churba, quien me transmitió y enseñó a no tener miedo a la libertad creativa y a la experimentación y luego ver que podemos hacer como consecuencia de ello. Tramando es el lugar en el que me formé y crecí como diseñador pero no soy yo, al diseñar para la marca trato de nutrirme de experiencias propias. Sumé una línea de ropa masculina en base a la ropa que quería usar y no conseguía, considero que así se convocamos nuevos consumidores de la marca y es algo que destaco en los desfiles.

¿Acostumbrás revisitar el archivo y las colecciones de Tramando?

-Siempre miro el archivo de Tramando y vuelvo a asombrarme con las creaciones de la marca; hay muchos desarrollos que hoy resultan imposibles de producir, considero que Martín Churba creó infinitas posibilidades de diseño. Pero en mi búsqueda voy más hacia la experimentacion con molderías que con el uso de estampas. Las aplico en menores cantidades y situaciones puntuales. También me gusta observar la versatilidad de muchos de los desarrollos, los vestidos que se transformaban en una pollera y etcéteras. Si bien cuando empecé me encantaron las telas engomadas, hoy siento que no es correcto para el medioambiente y las prédicas sustentables. Prefiero usar las posibilidades que otorgan las planchas de calor para generar formas, ya sea una arruga o un plisado, porque el calor permite que cada prenda sea distinta a la otra. Yo no mando a planchar ni usar una plancha de vapor, la plancha de estampas además me permite generar cuellos deformes.

Diseño de Bob Honores para Tramando

¿Y de qué modo incorporaste el upcycling y las nuevas prédicas ambientalistas a la moda?

-Yo no tiro ni un retazo de tela, soy unacumulador, aprendí a diseñar en base a los remanentes, unos años después de mi incorporación junto a Martín trabajé en la colección “Stock, divino tesoro” y fue un gran desafío. Uno de mis principales desarrollos y que lleva tres años entre las líneas de cada temporada, fue trasladar la estética de la línea “Fundible” mediante la sumatoria de un hilo vertical con otro horizontal cosidos mediante calor, el resultado fue sorprendente. Lo hago con telas de stock que en algún momento se van a terminar y creo que ello lo hace hace más exclusivo.

Retrato de Bob Honores

¿Y tus primeras influencias de moda?

-Mi mamá siempre me hizo trajes y disfraces geniales, ya sea de conejo – con un traje de peluche de pies a las orejas- nada que ver con las máscaras de conejos que llevaban mis compañeros de colegio- o bien de rumbero, además le pedí que me enseñara a coser para vestir las muñecas de mis dos hermanas mayores. Luego vinieron los blogs de moda y las horas de observar fashion TV, recuerdo haber participado de un foro de moda llamado “The fashion spot”, en el que discutíamos las colecciones y toda la parafernalia de una moda que ya no existe. Cuando me vine a vivir a Buenos Aires cursé un año de arquitectura pero cuando en 2010 vi el desfile de Nicholas Ghesquiére para Balenciaga – el de las prendas cuadradas, los zapatos con tacos , estructuras con peluche y demás texturas-, decidí que quería cambiarme a Indumentaria y que hacer un desfile de modas podía ser la gloria. Estudié en las cátedras de Andrea Saltzman y de Verónica Fiorini, y desde hace unos años soy docente en Medios Expresivos, la cátedra que fundó Diana Lisman y que continúa como Cátedra Maldonado. Desde allí predicamos una aproximación a la moda para construir un lenguaje y lo trasladé a mis trabajos así como también a la enseñanza a mis actuales alumnos.

-¿Qué temas de la actualidad reflejan tus colecciones?

-La ultima colección, la de invierno 2023 – Natural al flash-, tiene que ver con mis amigos y la cultura de la noche, que se revitalizó luego de la pandemia. Refleja lo que observé e incorporé en las fiestas de las galerías del under, donde luego de contemplar las obras, el lugar se transforma en un espacio para bailar. Fue lindo el proceso de volver a habitar los espacios. Los desfiles son lo que más disfruto hacer , es la mejor parte de este trabajo, Para ellos hago story boards con las situaciones a desarrollar, ya sea con un lápiz o con lo que tenga a mano. En mis desfiles participan mis amigos, a muchos de los cuales conocí en las galerías de arte, así formé un equipo junto al estilista Juan Cruz Brava, a fotógrafos, modelos y directores de arte. Entre ellos está Ornella Zanotta, mi asistente, quien es fundamental para hacer posible mis caprichos. Me conecto con la fantasía del mundo de la moda que imaginaba de chico.

¿Qué temas asomarán entre las premisas de colecciones venideras?

-Estoy diseñando el verano 2023 para Tramando y con el enorme privilegio de poder elegir la temática que quiero reflejar. Por ahora el disparador es una colección de fotos de mi niñez que estuve observando, entre ellas apareció el disfraz de rumbero cosido por mamá que ya es una inspiración; lo estoy llevando para un lado cubano. En cuanto a los colores no puedo pensar en las paletas en modo abstracto, como soy daltónico- de ahí la abundancia de paletas con azules en las colecciones- voy probando las tonalidades durante los desarrollos. Planeo en el futuro empezar a armar un proyecto propio, cuyo logo sería un homenaje al balneario que mi familia tuvo entre 1950 y 2001 en Miramar, allí pasé los mejores momentos de la infancia, cuando observaba a los surfers y vivía en la playa. Sin duda la cultura del surf será la inspiración de una colección sobre deportes.

Las imágenes son una gentileza de Bob Honores

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