La vestuarista Francisca Armando comparte la colección de etiquetas de industria argentina, con procedencia vintage que atesora como consecuencia de sus realizaciones .
“Hace un tiempo recibí de mi amiga Carla una bolsa de consorcio negra con una serie de prendas misteriosas de principios del siglo veinte: tres camisas originalmente masculinas para un frac con una pechera rígida de piqué, dos pololos (cita aquí), un cubrecorset y una o dos toallas de hilo con puntilla. Según Carla, una señora que vivía en un convento las vendía -a voluntad, Todas ellas on sus respectivas y monocromáticas manchas sepia. Una de las camisas me llamó la atención: tenía en su etiqueta la leyenda Spinetto B. Aires. El vestigio de una sastrería de la ciudad. Y unas iniciales: G.O. Me costó encontrar algo sobre la sastrería Spinetto. Hice mis búsquedas de rutina y fallé. Acondicioné la camisa (la lavé, sin blanqueadores, no quería que se le borraran del todo las manchas del tiempo y la planché) y filmé un video para Tiktok, que después subí a Instagram”
Le pregunté al chat GPT qué sabía y éste respondió algo inventado.
Le había escrito a Victoria Lescano sobre la sastrería, a ver si sabía algo y después de unas
semanas, me envió el siguiente artículo:

Pie de foto:
“…No faltaron ni Marcelo T. De Alvear ni Hipólito Irigoyen: entre las creaciones más preciadas de
la casa -algunas décadas después- se encuentra la famosa gorrina de Juan Perón…”
Spinetto había realizado esta camisa y decidió marcar, catalogar, definir su trabajo a partir
de una etiqueta pequeña de algodón con una tipografía cursiva en azul marino. Tal vez de su
herencia italiana . Una tipografía que se asemeja a un trazo manual: una firma que dejó
trazo de su apellido permitiendo hacer arqueología textil de un momento: ciertos tipos de tejidos,
combinaciones entre ellos, la morfología, la caligrafía elaborada, los logotipos ornamentados. El
orgullo de una firma en un pequeño bastidor y la revelación de las personas o instituciones
responsables del diseño y la elaboración de estas piezas ¿Quién convirtió estos trapos en
prendas de vestir?
En el último año, fui coleccionando fotografías de etiquetas. Cada una con su respectivo
indicador temporal, una identidad gráfica, una materialidad. Algunas también como ficha o
cuadro informativo, que tiene que viajar con la prenda siempre, como una valijita o un bagaje, una
lista de pasos a seguir para resguardar su integridad. Sostener una etiqueta así en la mano puede
evocar un sentimiento de reverencia, como si se tocara un fragmento de la propia historia.
Comparto algunas fotografías de esta pequeña selección:









Cada vez que me encuentro con una prenda (desde las bastardeadas remeras de poliéster
ya con bolitas, inutilizadas, devenidas trapo/pila de ropa en un desierto chileno o alguna pieza de museo en un depósito de vestuario vienés que fue parte de la última producción de Don Giovanni en la Ópera estatal), me encuentro con un cuerpo moviéndose, transpirando, manchando, deformando. En el interior de la prenda, en el cuello o en el lateral, siempre sobre una costura yace la etiqueta. Encubierta, rasposa e ignorada por muchos laverrap, paralela al tejido. Si hago zoom, me acerco, ese pedacito de tela me introduce en una ventana temporal, donde puedo sacar el brazo y palpar lo que había en otro momento. Hago doble click ahí, donde se encuentra el memorial de la artesanía”.