Las provocaciones a la moda de Elizabeth Hawes

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Las Herramientas de Hawes

 

Las primeras referencias de Elizabeth Hawes me llegaron a través de”Women of Fashion”, uno de mis libros favoritos de Valerie Steele y que Rizzoli Books publicó  en 1991. Entre sus rescates referidos a las creadoras de moda, el capítulo denominado “Espinaca versus armiño” trazó un perfil de la diseñadora neoyorquina que predicó la importancia de sintetizar la vestimenta femenina en un kit  compuesto por un par de trajes, pantalones y short y pregonó la importancia de los bolsillos para reemplazar el uso de las carteras. Aún así  urdió los vestidos más bellos y fue devota del corte al bies de Madeleine Vionnet. Descubrí sus prédicas rupturistas y su labor como cronista para la revista  The New Yorker bajo el seudónimo “Parasite”. Pero por sobre todas las cosas me fascinó el título de su primer libro, llamado  “Fashion is spinach”. Lo publicó Random House en 1938 y su denominación se inspiró en un cómic de Carl Rose circa 1928. Durante años busqué  un ejemplar sin éxito, finalmente me decidí a traducir algunos fragmentos de una versión digital que exhibe las ilustraciones y la portada original con dirección de arte del majestuoso Aleksei  Brodovitch, quien al radicarse en Estados Unidos revolucionó la gráfica de  moda desde la publicación “Harper’s Bazaar”.

 Una primera aproximación al perfil de Hawes indica que fue la gran subversiva de la moda norteamericana de mediados de 1930, que luego  de haber ejecutado a pasantía en el atelier parisino de Nicole Groult, una de las hermanas de Paul Poiret y que en 1933 acompañó su desfile de primavera de un cortometraje llamado La mujer pantera del mundo de las agujas”. A Fashion is Spinach” le siguieron los libros    “Men can take it (     )” Why Is a Dress? (New York, 1942) Good Grooming (Boston, 1942), Why Women Cry, or Wenches with Wrenches (New York, 1943) Hurry Up Please It’s Time (New York, 1946), Anything But Love (New York, 1948), But Say It Politely (Boston, 1951), It’s Still Spinach (Boston, 1954)

 De la biografía de Hawes, además de su prácticas como ilustradora de modas desde la primera fila de los desfiles, copista y cronista desde Francia para Norteamérica me cautivó leer  que estuvo casada con Joseph Losey, el director de “El niño del pelo verde( Losey, 1948)”, una de mis películas favoritas y que no solo refiere a pioneros tintes  color esmeralda sino también a los huérfanos de la posguerra y el bullying entre niños.

Cuando en 1935 Hawes visitó la Unión Soviética lo hizo acompañada por Losey.Se casaron el 24 de julio de 1937 y ella reemplazó el tradicional vestido de boda por un par de jeans.  Tal como narró Elizabeth en un artículo inédito que conserva el archivo del FIT:  ” Para mi matrimonio con el Sr. Losey usé  jeans azules, cruzamos la frontera de Vermont hacia un pequeño pueblo del estado de Nueva York porque en Vermont no podía estar casada por estar divorciada. El juez de paz de allí al ver mi vestimenta le preguntó al Sr. Losey: “¿Toma a este hombre como su esposa?”” 

La curadora de los manuscritos  del Fashion Institute of Technology, que conserva textos inéditos de Elizabeth   suele argumentar que Hawes trasladó su postura feminista a la moda pero que no fue comprendida por la sociedad de 1930. A veces su feminismo era explícito, en la forma en que diseñó el vestido Pandora. La otra forma fue a través de su perdurable dedicación a hacer ropa práctica, funcional y cómoda. No solo para mujeres, sino también para hombres. Ella no tenía miedo de no adherir a la silueta  hegemónica”. Otras señas particulares de Hawes refieren a los modos en que se pronunció en contra de la pretensión de las modas y  sin omitir las mejores técnicas, produjo diseños populares ; uno de sus diseños , un conjunto de falda amplia en color crudo,, un cinturón de cuero y una top azul fue vestido por la actriz  Joan Bennett en un anuncio de chicle de Wrigley. Las campañas en cuestión solían  destacar y difundir los  creadores de los atuendos que allí aparecían junto a los chicles. Además a mediados de 1930 propuso el uso de faldas para hombres y sintetizó la vestimenta femenina ideal en “un par de pantalones con tiradores y grandes bolsillos para desterrar el uso de las carteras”. 

El tono del primer libro de Hawes me recuerda a las crónicas de Cecil Beaton agrupadas en “El espejo de la moda”  y a las Memorias y los Memos de  la editora inglesa Diana Vreeland.  Hawes  alude a su infancia y adolescencia en el contexto de una familia de clase alta en aledaños de New Jersey y hace hincapié en las pronunciadas influencias del estilo francés en sus costumbres: “En los primeros 24 años de mi vida creí en la leyenda de la moda francesa. Como la mayoría de los jóvenes de clase alta había escuchado acerca del negocio de la moda y el diseño. Mi abuelo materno fue vicepresidente de una empresa de ferrocarriles y tuvo recursos para enviar a sus dos  hijos a pulir su educación. Mi tío Fred estudió arquitectura en París y vivió varios años en Francia, mientras que que mi madre fue una joven independiente que vivió en Francia. Cuando mamá estuvo de acuerdo con sentar cabeza y casarse  en Nueva Jersey,  sus padres decidieron que el vestido de bodas se haría en Francia. Las primeras ropas que recuerdo de mi infancia también provenían de París. Me encargaban vestidos blancos bordados a mano con mangas cortas”.

Como consecuencia de la devoción de su madre por la educación Montessori la niña Hawes aprendió actividades manuales, de la realización de canastos de rafia a bordados, e incorporó el hábito de frecuentar el Museo de Historia Natural de Nueva York. A los 10 años solía coser su propia ropa y a los 12 confeccionó prendas para los hijos pequeños de las amigas de su madre.  El acervo textil de Hawes compone los archivos del Metropolitan Museum y del Museo de Brooklyn que antecedió al FIT.

Se trata de casi un centenar deprendas, De vestidos de noche, a vestidos de novia,  abrigos pijamas para recibir invitados, , capas,   el vestido negro denominado The tart, aste conjunto de abrigo y vestido, titulado “Pandora” en tonos crema y escarlata, cuya señas particulares, además de simular un jubón admite una luasión a La Caja de pandora y su representación del útero. Al regresar de una estancia laboral en París, Elizabeth  comenzó con su estudio de diseño en sociedad con Rosemary  Harden ,una amiga del colegio Vassar  que aportó los fondos. La  tienda se llamó “Hawes-. Harden” estuvo situada en Nueva York y en el cuarto piso de un edificio de la calle 56, en el mismo lugar donde antes había funcionado una pequeña casa de modas que les legó cuatro probadores, alfombras y algunas mesas de corte, a las que agregaran muebles rescatados de la casa de los padres de su socia.

“Rosemary y yo hicimos diseños, nuestra primera colección se mostró el 16 de diciembre de 1928 y tuvo cuarenta trajes, decidimos que los diseños se debían hacer y mostrar con modelos vivos, Comenzamos con dos modelos jóvenes, una de ella pasó tres años conmigo. Los  otros dos espacios se reservaban a las pruebas de vestuarios,  otro fitting room fue el espacio para la heladera, una tetera eléctrica  y  devino el set  donde tomábamos el té cada tarde y com un remanso entre las demandas de las clientas”.

La sociedad concluyó luego de unas pocas temporadas y Elizabeth, renovó el atelier con muebles coloridos que le sugirieron sus amigos artistas, entre ellos Calder y Noguchi. 

Pero en 1948 Hawes hizo un último intento en el negocio de la moda y reabrió Hawes, Inc. durante once meses. Para demostrar la atemporalidad de sus diseños, propuso una trivia en la presentación, para que los invitados adivinaran qué diseños eran nuevos y cuáles pertenecían a las colecciones de los años 30

Después de publicar su ataque a la industria de la moda, Hawes cerró su negocio de ropa y escribió columnas para PM , un periódico  cuyo staff incluyó a simpatizantes comunistas El FBI colocó a Hawes y otros colaboradores  bajo vigilancia .l FBI se puso en contacto con todas sus conexiones profesionales y les informó de sus actividades y asociaciones políticas radicales. Como resultado, los profesionales de la industria la rechazaron y su empresa fracasó. Acto seguido la diseñadora s mudó a las Islas Vírgenes de los Estados Unidos una vez más para escapar del clima político conservador A pesar de sus duras palabras sobre la industria de la moda, se mantuvo trabajando para la casa de moda de Priscilla Kidder, Priscilla of Boston , una diseñadora estadounidense de ropa nupcial.

 Hawes volvió al sur de California a principios de la década de 1950. Mientras experimentaba con la producción de géneros de punto, creando formas simples, se dedicó a la escritura. 

 Uno de los hitos de moda de la etapa californiana estuvo signada por su amistad y  asociación ética y estética con  el diseñador Rudi Gernreich; ambos compartieron y vaticinaron la moda sin distinción de géneros ( ella diseñó y predicó las faldas para hombres desde 1937 y en 1970 él lanzó su Unisex Project, un uniforme de túnicas, pantalones y trajes de baño que una mujer y un hombre absolutamente depilados posaron  mucho antes de la acepción gender fluid. En 1967 Hawes regresó a Nueva York, y ese año el FIT(Fashion Institute of Technology) homenajeó su trabajo en colaboración con Gernreich y lo denominó  “Dos artistas modernos en la moda”.

Hawes vivió en el Chelsea Hotel hasta su muerte, el 6 de septiembre de 1971

Capítulo uno

The deformed thief, fashion

Existen dos tipos de mujeres en el mundo de la moda. Unas encargan sus ropas a medida y, otras las compran listas para usar

el modo hecho por encargo refiere a las compradoras de Molyneux, Lanvin, y Chanel en París, En nueva York suele ser  trasladadas por su chofer al Plaza Hotel,  a la tienda  “Bergdorf Goodman” o la guía a través del tráfico de la calle 49 en dirección a Hattie Carnegie, una ubicación menos ventajosa pero igual de importante en cuanto a moda. Puede hacer sus compras en una casa gris de la calle sesenta y siete. en Hawes inc. o en el Savoy, donde Valentina  holds sway.

En todo caso, la mujer que encarga a medida se vista

Cientos de hombres , miles de artesanos especializados y mujeres están listos para coser sus ropas, Tens of designers en Londres, parís,  Nueva York y los ángeles trabajan en sus bocetos

Cientos de vendedoras están en el tap a todas las hora del día para mirar sus fitting,asesorar en sus compras, enviar a buscar los colores y los materiales que ella desea para vestir en su comedor, Ella lo paga, but is worth miles de veces. Sus ropas son propias y corresponden con su vida y sus creencias. Puede llegar a pasar horas en pruebas de vestuario, pero las ropas calzaran bien,

Mientras que la mujer de la ropa  Pret á- porter va de compras y también quiere un tono especial para usar en sus reuniones, Tal vez encuentre ese color después de semanas de buscarlo, o tal vez nunca lo consiga porque “el color no se usa esta temporada”.

Millones de mujeres van de compras año  tras año. son mujeres  altas  o bajas, delgadas o  gordas,  felices o deprimidas. Tal vez busquen cubrir sus cuerpos para mantenerlo abrigado o no ir desnudas. Pueden elegir sus guardarropas  para pasar el invierno en Palm Beach o ir a las carreras de Ascot, Su primera elección es que pueden pagar lo que  desean o están a merced de la producción masiva de ropas, Pueden comprar estilo o deben comprar moda?

Lanvin, Chanel, Hawes y Valentina, están consagradas a vender estilos, mientras que los fabricantes y las tiendas departamentales se dedican a vender modas.

Ignoro cuándo surgió la palabra moda, pero considero que fue un día  endiablado.

Durante miles de años la gente got along con algo llamado estilo y tal vez en otros miles de año volverá a seguir la misma idea

El estilo es eso que te da  sentido a cierto periodo en la historia, En Grecia dos mil años antes de Cristo, el estilo era delicate outdoor arquitectura y las ropas que lo acompañaban,. El estilo en el Renacimiento era una catedral labrada en piedra, y ricas robes de terciopelo con recortes dorados. El estilo no cambia  cada mes o cada año, El cambio sucedes cuando se modifican los puntos de vista y las vidas de las personas para las cuales se producen, 

En 1937 el estilo puede significar una casa funcional y ropas cómodas para usar en ella. El estilo no pronuncia gritos de alegría  acerca de si las ropas cómoda son rojas, amarilla o azules o si la cartera debe combinar con los zapatos, El estilo te da shorts para jugar al tenis porque son prácticas, el estilo deja a un lado el corset y la cintura de avispa cuando las mujeres quieren sentirse libres y activas

Por encima del estilo  surgió una extraña y maravillosa  criatura llamada moda, Comenzó tan  lejos como en el siglo diecisiete cuando algunas personas comenzaron a reconocer suxxx

“Seest thou not, I say, what a deformed thief this fashion is” proclamó Shakespeare en “Mucho ruido y pocas nueces” Pero nadie parece hacerse eco de sus dichos. En la actualidad tenemos agencias de publicidad, fabricantes, tiendas departamentales y escritoras de moda que nos dicen acerca del pasado, el presente y el futuro de la vestimenta depende de la moda y sus cambios incesantes. La moda es un hombre desagradable con ojo de diablo que te dice que el abrigo que compraste el último invierno puede estar en las mejores condiciones pero que aún así no lo podes usar, No podes porque tiene un cinturón y este año no mostramos cinturones.

Yo, Elizabeth Hawes, vendí, copié y diseñé ropas en París, Escribí sobre la moda parisina para diarios, revistas y tiendas departamentale, Trabajé con  compradores norteamericanos en Europa. En Estados Unidos construí mi torre de ébano en la calle 67 de Nueva York, aquí disfruto del privilegio de hacer ropas bellas y caras a medida para quienes pueden pagar mis precios, he diseñado, vestido y publicitado mis diseños durante nueve años, pero al mismo tiempo en Nueva York diseña para una casa de ropa accesible, hice carteras, guantes, suéteres para los fabricantes,, trabajé en la promoción de esos artículos con agencias .Durante todos esos procesos me convencí de que el 95% del negocio de la moda es una absoluta pérdida de tiempo y de energía en cuanto al público, solo le sirve  para demostrar  ante los consumidores de ropa lista para usar y hacer sus vidas miserables. El único propósito de la moda es que le da una alegría adicional a la vida, Pero en el tiempo que lleva quitar el celofán de un paquete, entendemos que la moda no es entretenida, a modo está oculto en un  en un misterio tan complicado y tan aburrido  que cuando se develan sus estrategias, se vuelve un anacronismo de la vida moderna. Todas mis risas se basan  mi propio trabajo, No hice investigaciones de ningún aspecto de la moda excepto de lo necesario para acceder a un trabajo. Simplemente escribo de lo que viví,  ningún personaje de este libro está inspirado en nada que no sea la realidad”. 

Un collage del Imaginario Hawes
collage elizabeth hawes
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