Puestas temáticas y ornamentales que se implementaron en el local de Florida 744

Firma de prêt-à-porter cuyas prendas emblemáticas fueron los abrigos de paño y los trajes sastre y su seña particular remitió a la creación de modelos para vestir a madres e hijas a imagen y semejanza. La marca derivó de una icónica muñeca con un cuerpo de papel maché y la cara de porcelana llamada Marilú y que entre 1930 y 1950 veneraron las niñas de la clase media alta en la Argentina.
Su artífice fue la profesora de letras Alicia Larguía, quien se inspiró en la publicación francesa “La semaine de Suzette”, cuyas páginas incluían moldes de ropa para muñecas.
