“Desde el piso de arriba se oía la temida, inexorable pisada. Desde el piso de arriba Flush lo sabía, venía la siniestra y enmascarada figura de la medianoche: el hombre encapuchado. Ahora su mano estaba en la puerta, Giró la manija, Ahí estaba él
-El señor Browning- dijo Wilson
Retorciendo sus guantes amarillos , parpadeando nervioso, muy arreglado, magistral y abrupto, el señor Browning cruzó la habitación. Tomó la mano de la señorita y se hundió en el sillón que tenía al lado. Inmediatamente comenzaron a hablar
Lo que fue horrible para Flush, mientras hablaban, fue sentirse tan solo …“Flush solo sentía una profunda aversión por el señor Browning. Solo verlo tan bien vestido, tan compuesto, tan tieso, retorciendo sus guantes amarillos con las manos… se le afilaban los dientes, ¡ oh, permitir que se clavaran sobre la tela de sus pantalones!. Pero no se atrevía. En suma, ese invierno- 1845. 6-, fue el más angustioso en la vida de Flush ….
Y finalmente, al llegar julio, se decidió a realizar un violento intento de recuperar su favor y eliminar al intruso. No sabía cómo llevar a cabo este doble propósito y no se le ocurría un plan hasta que repentinamente, el 8 de julio, se vio arrastrado por sus sentimientos: se lanzó contra el señor Browning y lo mordió ferozmente. ¡ Por fin se cerraron sus dientes sobre la inmaculada tela del pantalón!!!

Flush, una biografía, por Virginia Wolf
(Traducción de Constanza Gutiérrez)
Montacerdos editorial.
Fragmento del capítulo El encapuchado
