Una teleteca exhibida en el Museo del Traje

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Una biblioteca de textiles que dialoga con artistas,diseñadores y artesanos y se puede visitar hasta el 22 de octubre en San Telmo

Detalle de vestido negro de 1886.

Los panes y los peces pueden multiplicarse o bien disponerse sobre un amplio mantel de lino en un mediodía de verano. Pero los patrones de las fibras multiformes sí o sí han de transformarse. Por eso está escrito: Dios creó a la oveja, el capullo del gusano y la fábrica de Gore-Tex. Luego el pañuelo protector del aviador se pobló de guacamayos y se ubicó en el bolsillo del caballero y en la cartera de la dama. El caprichoso diseño de leopardo acentuó el misterio de la diva. Las metamorfosis de los motivos textiles son infinitas”. Las reflexiones pertenecen a la diseñadora y experta en historia de los textiles, Constanza Martinez, quien  oficia de curadora de Teleteca, la muestra  que el Museo del Traje exhibe hasta el 22 de octubre (Chile 832, de miércoles a domingo).

Acorde a los procesos implicítos en toda trama textil, hay varias capas de lectura y observación para  comprender  la propuesta de Martínez.

Por un lado corresponde destacar que el disparador fue una investigación en el acervo textil y las piezas históricas del Museo del Traje realizada Beca Activar Patrimonio mediante, y en el contexto de la Pandemia de 2020 y 2021. El proceso le permitió a la curadora construir una biblioteca de textiles a la que apodó “Teleteca” y cuyos motivos se pueden descargar desde el siguiente link: https://eltrajevirtual.cultura.gob.ar

Por otro, que de la exposición  colectiva  de piezas que dialogan con el acervo histórico, participan treinta artistas de diversas regiones de la Argentina y algunos de Chile, De María Silvia Corcuera, Manuel Amestoy, Rodrigo Schiavoni, Federico Casalinuevo, José Otero, Matías Hidalgo a Nora Iniesta,  Rosa Skiffic y Marisa Camargo, pasando por Carolina Antoniadis , Nicolás de Caro, María José Concha y Gabriel Vielma.  Su apertura aconteció en julio en el contexto de la Bienal Sur y reunió a una multitud de diseñadores, artistas, artesanos, gestores culturales y periodistas especializados en diseño.

Los patrones textiles fueron tema de investigación y estudio de alumnos de las cátedras de diseño textil de la UBA (Fiorini- Camargo),  y también de alumnos de la Universidad de Valparaíso y la Universidad Nacional de Tucuman ( allí se desempeña como docente la artista Alejandra Mizrahi) , quienes crearon variaciones sobre las matrices , algunas de las cuales se exhiben en un perchero.

La muestra se desarrolla entre el hall de acceso, donde las paredes impresas con las flores en tonos de rojo, azul y blanco de un vestido Paco Jaumandreu que Isabel Sarli vistió en el film “Fiebre” ( Armando Bó 1971), según la obra “Un jardín para Isabel”, realizada por Carolina Antoniadis. Se extiende por el pasillo lindante a las salas, donde el artista José Otero, celebra una corbata de la colección , con una obra con su impronta celebratoria en clave pop del accesorio masculino al que venera en gestos dandies, revisita las estampas de una túnica de Fridl Loos del acervo, de 1950 en terciopelo de algodón, jacquard de seda y lamé, que fuera donada por Claudio Ehrenhaus desde la mirada de Guillermina Lynch la artista textil y diseñadora de una línea de de abrigos con estampas pictóricas. El recorrido admite un obra con apariencia de parangolé con cascabeles urdida por Silvia Corcuera en tributo un manto diseñado por Medora Manero.

La sala uno del museo oficia cual laboratorio y epicentro de la Teleteca. Allí, se despliegan a modo de banderines, guirnaldas, los retazos y urdimbres en honor a las estampas, con la premisa “El destino poliamoroso de los patrones.” creada por la artista Lucía Bouzada, quien dispone su shabloteca o biblioteca de matrices para estampar los motivos históricos de las piezas del museo. (En la apertura las piezas de las matrices se trasladaron a una mesa del museo para ejecutar un action printing).

“Su objetivo es indagar acerca de ésta técnica y el amor que de ella se desprende, partiendo de los patrones textiles como perfectos amantes que se repiten, se expanden y se desplazan de un soporte a otro, sin un destino exclusivo y de un modo amoroso. Ese amor puede habitar simultáneamente espacios y cuerpos diversos, e instalarse sobre cortinas, almohadones, prendas de vestir y múltiples soportes”, destaca la curadora desde la ficha técnica de la sala en cuestión.

En el entramado de las salas se pueden apreciar tanto un abrigo de pana de la diseñadora italia Roberta Di Camerino (donada al museo por Carola Gramajo) y que inspiró la obra de la artista Verónica Ryan, denominada “El espíritu de tu piel”, realizada mediante serigrafía, óxidos y pigmentos sobre lienzo de algodón enterrado, desenterrado y cosido a mano con hilos de seda.

Así como también una camisas con las emblemáticas estampas geométricas y multicolores de Pucci, emerge en clave de jacquard.

un diseño de Manuel Lamarca con estampa pata de gallo en blanco y rojo y un abrigo de seda y piel con etiqueta Gino Bogani, como una bombacha de gaucho que perteneció al actor y cantante Carlos Gardel y que fue donado al museo en 1975 por el actor uruguayo Santiago Gómez Cou.

El diseñador y artista Matías Hidalgo, cultor del up cycling aplicado a pañuelos rescatados tanto en Asunción del Paraguay como en búsquedas de rezagos textiles locales, lo eligió para su obra “El guardián criollo”. Así dispuso una casaca de satén de algodón, bombacha de campo de algodón , cinturón de seda, una serie de boa con pañuelos de técnica mixta, sobre un soporte de hierro.

Obra de Matías Hidalgo en tributo a conjunto de Carlos Gardel

Entre nuestros extiles favoritos destacamos al vestido Cacharel circa 1971 en poplín de algodón, y el vestido Fiorucci, realizada en 1982 en alianza con Walt Disney Productions. Uno y otro fueron donados al Museo del Traje por Mercedes Novoa. El primero disparó una obra de los artistas chilenos, María José Concha y Gabriel Vielma. quienes hicieron un escultura con vinilo impreso mediante la cual celebran las estampas que para ellos recuerdan a las fotografías de Sarah Moon. Mientras que el segundo derivó en un barco textil animé de la artista Lola Martin. Según explica la curadora: ” Martin deconstruye este estampado ecléctico conformado por ideogramas japoneses, el logo de la emblemática marca italiana, y el Mickey de Disney. Por un lado, realiza una canoa como posible extensión de la prenda, traduce del japonés la palabra holiday (vacaciones) y suma referencias al paisaje y flores del Río de la Plata”.

Vestido Cacharel con estampas, circa 1982, donado al Museo del Traje por Mercedes Novoa

Y además el cuerpo de vestido de 1885, realizado en brocado de seda, con ballenas, que ilustra una de las sublimes piezas donadas por Hebe Pirovano de Girondo, y que ella supo vestir a modo de artificio en sus míticas Galas de Beneficencia.En la exhibición dialoga con las obras de Rosa Skifić, (de un dibujo impreso por sublimación digital, , “Tótem ornamental”l y un alfombra “Fruto de Granada” -realizada en colaboración con la firma El espartano). A propósito de ellas, destaca Constanza Martínez: “No hay un ornamento más venerado de Oriente a Occidente. De origen persa poblaron alfombras y migraron a los a terciopelos del renacimiento. Con Skific volvieron a su a su espacio de origen: la alfombra. En China, símbolo de fertilidad se regala a los recién casados, sus semillas simbolizan la descendencia”.

Alfombra y otras obras textiles de Rosa Skific

Secuencia de la shabloteca, el epicentro de la muestra, en la sala uno. Obras de Lucía Bouzada
Detalle de una bolsa para bombones, una rareza en la colección textil del Museo del Traje.
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