La vestuarista de cine Liliana Piekar se refiere a sus primeros lazos con la moda y el álbum familiar de su infancia.

“En esta foto creo tener 11 años, sería, entonces el año 1980. Estábamos en la bodega del barco que cruzaba de Colonia, Uruguay, a Buenos Aires, volviendo de la casa de playa del balneario Las Toscas.
Un balneario anclado en el tiempo, donde alguna vez se refugió de la dictadura Alfredo Zitarrosa.
Bueno, la cosa siempre era así: cuando subías de la bodega, justito al pie de la escalera, te sorprendía un fotógrafo cual paparazzi. Era el momento de glamour tan esperado de este viaje. Este señor revelaba la foto durante el viaje, la introducía en un pequeño timón de plástico y te la vendía. Para mí era un momento irresistible. Ese día, me había preparado bien y bien en serio, ya que Las Toscas quedaba a unas cuatro horas de auto de Colonia y siempre andábamos llenos de bártulos y de viandas, ya que además de esas cuatro horas , nos esperaban otras cuatro en el ferry. De ahí que mi mamá siempre preparaba algo para comer, más el mate , más nosequé y que siempre era un montón.
Desde el día anterior ya sabía que iba a vestirme con mi remera azul con transfer de astros dorados,los amados jean baggy, las zapatillas Converse all star azules y encima un suéter blanco tipo tapado. De una lana suave y con mangas amplias, bellísimo. Estaba bien peinada, lista para la foto. Cuando con mis padres estábamos cerrando el auto, previo a subir la escalera, en ese ansiado momento, la vi a mi mamá cargada como un ekeko, con la canasta con el termo, las viandas, los abrigos y no se que otra bolsa, pidiéndome ayuda. La mire y salí corriendo, haciéndome la sorda. Sé que mi actitud fue fea, sé que estuve mal, también me reafirmó, no podía hacer otra cosa.
Me había preparado para ese momento, no iba a arruinarlo ahora. Mi mamá no entendía nada,nunca había actuado así , yo que siempre era tan compañera. Cuando ella subió la escalera detrás mío y el fotógrafo le sacó la foto -también con cierto enojo- ella entendió mi misión. Si miran detenidamente la imagen, se ve el termo de mi mamá, detrás mío y a la izquierda. Claramente los años 80 fueron para mí el estallido del gusto por elegir y elegirme a la hora de vestir”.