Escritora y activista feminista, es la autora de las novelas “La máquina de proyectar sueños” y “Las desmayadas”, así como también del ensayo “El año de la militancia verde”. Creadora de los ciclos de lecturas performáticas Lecturas + Música y Confesionario, Historia de mi vida privada, que desde 1998 agitaron la escena cultural de Buenos Aires tanto en bibliotecas como en centros culturales, nos compartió un inventario de su placard.
.
“La ropa apilada. O al lado de la cama. Muy simple : soy monoropa.
Tengo un par de polleras cortas, tableadas. Camisas blancas. Camisas celestes. Camisas de seda.
Botas cortas rojas. Botas altas negras. Borcegos
Zapatillas iridiscentes rosadas.Medias cortitas. Un gran saco largo que me cubre hasta los pies. Dos pilotos. Labios rojos.
Y siempre así. Amo ese uniforme. Me protege de todo.
A veces uso un brazalete dorado. A veces me pienso con dos rodetitos.
A mi placard le acabo de sumar una prenda que nunca usé después de la infancia: un pijama. Es muy hermoso. Asistí a una reunión de literatas cerca de casa en piyama. También a una sesión de terapia muy temprano y cerca de casa. Este año también sumé otro item que jamás usé: Pullover.
Uno gris escote en V muy XL y uno negro escote en V . Me gusta mucho la protección de un sweater suave y grande. Acaricia. 2024 trajo un invierno frío. Habilitó camisa, sweater, tapado y botas. Es muy raro que use medias Pantys. Las usaré 2 veces al año en sus días fríos. Así pasé mi año. Con uniforme de Ceci Sz. Me gusta mucho no pensar en qué ponerme nunca”.