Joyitas Val” es un proyecto de joyería contemporánea creado por Valeria Vargas, diseñadora, ilustradora, artista visual y joyera, originaria de Chaco y radicada en Buenos Aires. 

Si bien el flechazo de Val con la joyería fue intenso desde el principio, el proyecto comercial surgió de manera un poco improvisada en 2020 para resolver una cuestión de sobreproducción por emoción, que derivó en un cajón lleno de anillos sin dueñx. Sacando provecho de su savoir faire como diseñadora gráfica y sin mucho plan de negocios de por medio, Val armó su taller-estudio en casa, esbozó el logo de una ranita deforme de espíritu coqueto y abrió el perfil de Instagram. Así nació Joyitas Val. 

La propuesta continúa con las investigaciones en el diseño y las artes visuales de su creadora: una estética muy al margen, interesada en estudiar la decadencia, con una manufactura medio desordenada y desobediente, que recuerda a la filosofía del ‘hazlo tú mismo’, e inspirada por la imaginería del monte chaqueño, y algunos conceptos de la filosofía japonesa como el kintsugi ( dícese de las técnicas para reparar grietas en la porcelana) y la propuestas estéticas del escritor Junichiro Tanizaki.

Grotesque jewelry

Esta conjugación de intereses y decisiones estéticas da como resultado un universo que no sólo reivindica sino que se regocija en el accidente, la imperfección y todo lo que aparentemente está en falta: lo deforme, desaliñado y desagradable. Siguiendo esta lógica, Val explora, con sus manos y el metal, la posibilidad de transmutar lo imperfecto de la vida a la esfera de lo sagrado. 

A veces a la manera de Esopo, las joyitas presentan relatos mínimos de pequeños seres asquerosos, chuecos o feítos que atraviesan la vida despreocupados de su apariencia . Otras remiten a paisajes imposibles o piezas monstruitas, incautas, desprolijas, quizá algo opacas, que se hacen presentes en un lóbulo, en un dedo, con su serenidad maciza. Joyitas desprolijas y majestuosas, piezas únicas para usarse todos los días, muy orgullosas de su incorrectibilidad. 

Más allá de ser un proyecto de joyería, JV es una propuesta que se mueve, sin prisa, en las aguas del diseño y el arte. Los procesos creativos son variados y en diferentes tiempos. Muchas veces las piezas portables derivan de una pieza madre pensada desde la lógica del arte. 

En esta línea está Hand bowl, una obra inspirada en el ritual cotidiano de hidratación que tienen Val y su perrita Chichí (musa indiscutida de JV) que consiste en un bebedero fundido en bronce a medida de la mano de Val para que Chichí beba sin que se escurra el agua. Dos versiones de esta pieza se presentaron en 2023 en la Bienal de joyería contemporánea Melting Point València (España) y en ArteCo, la Feria de Arte Contemporáneo en Corrientes. 

Otro ejemplo de un pieza madre está representado por la instalación Babosas, que también fue presentada en ArteCo. Estuvo compuesta por seis broches con forma de molusco denso y pegajoso, cada uno combinado con diferentes materiales como perlas de río o hilos sintéticos luminiscentes. De la instalación resultaron hijas únicas, cada una con sus propios defectos, que se convierten en obritas de arte para llevar colgadas en la ropa.

Algunos clásicos de JV son los amuletos de ranitas inspirados en la costumbre japonesa de llevar una en el monedero para que el dinero regrese, y la colección sinsentido de anillos de materiales, formas y estilos heterogéneos. Con su sacralidad metálica y su morfología grotesca, las joyitas Val son emblemas mágicos de auto reconciliación. Amuletos triunfales para recordar lo adorables que son nuestras rarezas y para celebrar la belleza de nuestra infinita capacidad de errar. Pequeñas insignias de una alianza personal y de una promesa para no juzgarnos de más.  

Estas joyitas se pueden conseguir en ID LB, Diderot.art, Talenta y Charco Studio (Barcelona) o directamente con Joyitas Val, que de vez en cuando, incluso toma proyectos a pedido.