La síntesis de las carteras

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Si bien en su juventud Claudia Epszteyn trabajó como actriz en la telenovela “Amo y Señor” y participó del programa “Mesa de noticias”, luego de ser rechazada en un casting para cine decidió abandonar las clases de actuación. Acto seguido a sus dieciocho años, decidió trasladar sus pulsiones artísticas al taller de marroquinería fundado por su padre. Allí aprendió el oficio que continúa ejerciendo varias décadas después desde la firma “Sentéz”.

Claudia portando la cartera diseñada por su padre.

 La conversación con la creadora de la firma Sentéz (que alude a la síntesis en criollo haitiano) transcurre en su estudio y fábrica situados en Chacarita. El showroom exhibe las carteras en technicolor, que adhieren a las categorías pequeña, mediana, grande, así como también a los accesorios (de los monederos circulares en color oro, los portagafas las, carteras en miniatura inicialmente ideadas para portar las bolsas de canes) que devinieron el último grito de la moda en el mercado del lujo local. Antes de referirse a tales objetos de deseo, Claudia alude a su formación y el oficio de la marroquinería:  

“Mi papá era un hombre de oficio, sin estudios formales y empezó a trabajar a los ocho años limpiando las instalaciones de un marroquinero . Era muy inquieto y observaba al modelista, quien con frecuencia lo echaba de la mesa de trabajo, hasta que un día el modelista faltó y el dueño del lugar lo puso a trabajar en ese área. Con el tiempo papá  creó una técnica  para construir carteras, forzado por las circunstancias y que fue extraordinaria en el mundo de la marroquinería. Por entonces no existía un máquina para coser cuero, se empleaba la “3115”, que se llevaba a moviendo una ruedita porque no arrastraba y era un modo complicado. Pero él ideó na técnica de carteras al corte”, enuncia acerca del método paterno.

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Las carteras con las técnicas desarrolladas por el marroquinero Marcos Epszteyn. Gentileza: archivo familiar Claudia Epszteyn.

-¿En qué consistió la técnica  marroquinera inventada por tu padre?

 -Las suyas eran carteras formadas por partes que tenían un relleno que él trabajaba con un cuchillo marroquinero, montando un material sobre el otro. Lo forraba de de modo tal que quedaba algo mullido y rígido; luego lo cortaba. Su apariencia reflejaba que había sido hecha por una máquina. Papá comenzó a vender sus carteras al señor Morandi, una casa que quedaba en la avenida Juan B Justo , la frecuentaba la alta alcurnia porteña y las calles se cortaban cuando algunos clientes iban a comprar carteras . Del maletín repujado hecho por él y de algunas carteras tenían dispositivos de los  que salían tanto un espejito como una tira para colgar la lapicera.-

-¿Cómo fueron tus comienzos en el taller?
-Consideré que así como ya no quería insistir con ser actriz, iba a sumarme a aprender el oficio en el taller. Empecé como una obrera, la pasaba mal porque él no quería hacerme lugar , no me dejaba entrar al taller . Con el tiempo le sugerí que no le vendiera más sus productos a Morandi y que empezáramos con un proyecto familiar. Un día me anoté en la exposición de la cámara SEMCA con dinero que me prestaron algunos amigos. Recuerdo que dije “Tenemos que decorar un stand para darle un marco a una cartera” y que llamé a un arquitecto. En el stand, cuando la gente pasaba y veía las carteras me decía: esto es de Morandi, y para demostrarles que no, empecé a invitarlos a conocer la fábrica de mi padre.

Claudia mientras diseñaba Carla Danelli. A su lado Ante Garmaz. Archivo personal C Epszteyn.

-¿ Podés referirte a los inicios y la evolución de Sentez?

– Luego de vender la marca Carla Danelli me fui a vivir a Madrid. Circunstancialmente una foto de mis diseños había llegado ante la mirada de alguien muy importante en la industria de la marroquinería española, yo estaba trabajando en una técnica de impresión de cueros mórbidos. Fue como consecuencia del accionar de una prima, quien además me sugirió ir y me armó siete reuniones con representantes de la industria. LLevé el modelo Kate, una creación mía hecha en Argentina que representó a mis primeros desarrollos de cuero impreso y también un proyecto en distintos tonos de flúo. Ante la aceptación de mis propuestas decidí poner un local en Madrid en la zona de Chueca. Estuvo situado en la planta baja de un edificio muy antiguo, que había pertenecido a un castillo cuya extensión se había parcelado ntre los cuatro hijos de un Conde, Allí dispuse el local con la particularidad de que el arquitecto ahondó en los cimientos y para dejar los antiguos materiales a la vista y también la fábrica y el depósito.

En el barrio y en los demás unidades de la construcción vivían muchas personas vinculadas con el arte, y ellos fueron los primeros clientes de la firma. Al principio a mis diseños en flúo les decían “los fosforitos” y no los entendían.  Luego aplicamos para participar en París de la Feria de Tranoi ( la feria de creativos que se realiza dos veces al año,. Nos aceptaron e hicimos un branding que consistió en el desarrollo de cinco carteras en cada tono de flúo. Transcurría enero de 2020, unos días después estuve en la feria de Milán en un stand muy pequeño y para hacer negocios.

¿De qué modo la pandemia cambió el rumbo de Sentéz? 

-Al terminar la feria, cuando ya estaba de regreso en Madrid me llegaron las primeras noticias del cierre de la semana de la moda de Milán por los primeros casos de COVID. Había vendido mucho y planeaba venir a la Argentina, a arreglar algunos cambios en el diseño Mientras tanto, en España habíamos empezado a planear una fábrica en Ubrique, un pueblo consagrado a la marroquinería, donde trabajan las principales firmas europeas- de Prada a Vuitton – Pero ante el primer foco de la pandemia en España la encargada del local se asustó mucho, la ciudad empezó a paralizarse como toda Europa. Desde Argentina decidí  publicar en mi  mi instagram personal imágenes de las carteras que  había desarrollado, las compraron muchas de mis amigas y conocidos, también vendí la mesa de trabajo. Unos meses después cuando me pude vacunar y tuve mi primera dosis de Sputnik , no pude volver a ingresar a Europa.  Un día recibí  un mensaje en las redes de Sentéz de alguien en la Argentina pidiéndome los productos allí divulgados. Le respondí que no tenía nada para ofrecerle. Aún así siguió contactando. Yo había cerrado el taller de acá y me había quedado algo de cuero y herrajes. Pero no tenía ya gente para realizarlos, hasta que me encontré con el hijo de quien había sido mi modelista en Carla Danelli, lo conocía desde niño y él conservaba un taller.

¿ Cúales son las actuales premisas de diseño ?

-Considero que hubo mucha aceptación de los productos mínimos, como un modelo de cartera que nació para las mascotas y que lleva tanto o más trabajo que una cartera grande y fue difundido por una influencer. Mis diseños se aplican a un cuero con nueve capas de pigmento, así como también, se destacan por la impresión sobre el cuero y la morbidez de los materiales – de cada cartera se especifica su peso en gramos-. Soy la única en Argentina que usa torniquetes en los diseños. En simultáneo considero que no somos una firma de utilitarios. Cuando las clientas van al local suelen decir “No entra nada pero es linda, entonces la llevo!”. Considero que algunas carteras son menos cómodas que otros y que no todo tiene que ser utilitario. Los diseños le gustan mucho al público joven porque lo asocian con el diseño internacional; yo no hago para Argentina una producción distinta a la que hice en Europa. En general a los modelos se los puede vincular con otras piezas para llevar el celular , las gafas o las llaves. Al diseñar hay que pensar en los cambios de la sociedad y en el futuro.

El modelo Akita, otro o diseño icónico de Sentéz. Fuente: página oficial de la marca

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