Radicada en su hogar de Traslasierra , donde toma clases de canto, realiza collages y baila en un bosque contiguo a su casa, la estilista elogia su recuperación de prácticas de costura y comparte con SucesosdeModa, los tesoros de su acervo y su singular mirada sobre estilos y estilismo. Entre 1993 y 2003 fue productora en jefe de la revista VIVA y luego ofició de creativa en Rapsodia, tanto en el estilismo de los desfiles, las campañas gráfica como en las vidrieras de los locales.

Los pisos fueron creados por Mateo Calcarami,
Vestida de barro y flores
Cada vez que contemplo esta foto preciosa que me hicieron mi hija Jazmín Calcarami y su pareja, Azul, me siento reflejada en ella, me transporta al presente, el aquí y ahora. Además hay algo de salvaje en ella con lo que me identifico, Me muestra vestida de barro y flores, con pétalos de flores en mi pecho y barro en mis manos y en mis pies, todo fue realizado por Jazmín. Hace poco escribí una canción que dice así:
La luz toca mi piel} ,
suaves pétalos de una misma flor}
Mis pies desnudos se hunden en el barro}’
Algo siempre está}
Algo siempre está }
Considero que la canción podría perfectamente formar parte de esta foto. Cuando pensé en qué ponerme para esta imagen elegí dos prendas con mucha identidad y que a la vez reflejan el presente y acompañan “ese estado”. El saco es de un lino negro bordado en colores bordó , amarillo oro y crudo, pero está dispuesto del lado del forro. Lo uso mucho así porque las telas de su interior son de algodón con estampados de flores en tonos azules que devienen rojos en las mangas.
Fue un trueque que hice con mi amiga- hermana la dramaturga y periodista Ale Toronchik. ( Ella tenía este tapado de Uzbekistán que a a mi me encantaba y a ella le encantaba una falda de seda que yo tenía de los “Varanasi” ). La falda que tengo puesta es antigua , fue reciclada por la diseñadora Catalina Rautemberg y se la compré en una subasta . Es de un celeste casi humo en algodón y seda y tiene detalles en encaje crudo y pequeñas lentejuelas transparentes, casi imperceptibles Considero que son esas prendas que tienen el espíritu de las enaguas y exaltan el interior, lo más íntimo.
El Vestido

Este vestido tiene una larga historia. Comenzó con mi amor por los textiles en general y en particular con las telas africanas. Adoro sus colores y estampados, adoro su cultura , su fauna y flora, su gente. En 2019 le pedí a mi amigo Miguel Yánover, quien vive en París, que por favor fuera hasta un local de telas africanas, que me recomendó la vestuarista Ana Markarian. Así fue que videollamada mediante entre mi hogar en Traslasierra y París, él filmaba al vendedor que me mostraba unos estantes repletos de maravillosas telas. Tuve que hacer un gran esfuerzo para concentrarme y elegir que telas comprar .Compré varias pero ésta, era realmente única , por su fondo negro con esas flores gigantes. Desde que la vi supe que me iba a hacer un vestido con esta tela. Finalmente Miguel viajó a la Argentina y me trajo las telas.
En mis clases de costura en “Casa Rautemberg ” (así se llama el negocio, atelier y lugar donde da clases Cata , en Villa Dolores), comencé a dibujar el vestido que anhelaba hacerme. Durante el verano de 2022 le propuse a una amiga y compañera de costura llamada Azul Aimée si acaso quería que nos reunieramos en mi casa una vez por semana para hacer mi vestido. Azul sabe mucho más de moldería y de costura que yo y necesitaba su guía. Ella se entusiasmó y durante esos meses nos juntamos en casa , entre moldes, papeles , tijeras, liencillo , hilos y una máquina de coser fuimos buscando como realizar el vestido. Recuerdo haber hecho cuatro moldes diferentes de mangas para encontrar la que más me gustaba, y así procedí con cada parte del vestido. Primero hicimos varias pruebas en liencillo y luego cortamos la tela. ¡Que emoción tan grande fue cortar finalmente la tela ! Fueron encuentros divinos.
Así nació el famoso vestido, pude ver como se armaba cada parte y el modo en que mágicamente nació la prenda. Esto me recordó el momento en que viví en Brandsen con Juan Calcarami y mis hijos Mateo y Jazmín, quienes por entonces eran casi bebés y yo cosía y diseñaba ropa para ellos y para mi. Con Juan hicimos unos pantalones de algodón rayado que él había traído de un viaje a Egipto y se los vendimos a Mary Tapia. Considero que aún tengo mucho que aprender, pero me quedan sonando las amorosas palabras de mi amiga Azul antes de irse a vivir a Colombia: “seguí produciendo, sabés muchísimo y tenés un montón de ideas, podés perfectamente hacer ropa sola. Jugá, probá, equivócate y acertá , pero sobre todo seguí divirtiéndote.
La Tuta
El enterito es una prenda que me encanta, tengo varios de diferentes modelos, telas, colores, marcas y diseñadores, incluso ya tengo pensado el diseño y la tela para hacerme uno. Hace doce años, estaba muy copada leyendo e investigando sobre la historia de la Tuta que es un enterito inspirado en los overoles de trabajo en Italia de 1920. Fue una prenda de la posguerra pero pensada para el uso cotidiano, Estaba fascinada porque me encanta saber el origen de las prendas, de dónde vienen y cuál es su historia. Por entonces trabajé en la realización de un vestuario para el cual tenía que pensar los doce cambios de ropa para doce niñes . Cada vestuario estaba inspirado en temas diferentes , de ahí que se me ocurrió convocar a varios diseñadores. Así llegué al atelier de Carola Besasso, la dueña y diseñadora de Dam. La idea era hacer un overol , enterizo , una tuta con un diseño a lo Dam . Carola se sintió súper entusiasmada y comenzó a sacar telas maravillosas que conservaba. Fue tanto lo que le gustó que luego de la producción fotográfica se lo quedó para una de sus hijas , que en aquella época, tenía la misma edad que la niña que tenía que vestir para la producción.
Ahí nació una relación hermosa con Carola, compartimos el amor por los enteritos, y por los textiles africanos. En 2019, pasé por el local de Dam en la calle Thames , vi colgado este enterito en tela africana y fue amor a primera vista. Me lo probé y me calzó como un guante! Desde ese día hemos pasado toda clase de aventuras. Lo uso muchísimo, creo que debería haberme comprado dos , pero era único, porque así son las prendas de Dam!

Las botas
El año pasado me enamoré de estas botas, que vi en la página de mi querida Sylvie Geronimi. Desde siempre (a Sylvie la conozco hace más de veinte años) me llamaron la atención sus zapatos. Considero que ella sigue creciendo y renovándose. Es divino pensar que llevas en los pies el diseño de alguien. Porque en la planta de los los pies está representado todo el cuerpo. Las botas tienen ese mix de cuero charolado y tela elastizada, el diseño y ese color bordó tan singular! Debo decir que si hay algo que tienen los zapatos de Sylvie, es la combinación perfecta de glamour y comodidad.

La falda

Fotografía y estilismo: Marta María Fernández Mouján. Detrás de sillón y los almohadones con textiles africanos, una serie de collages de su autoría.
Quiero volver al tema de las telas, en este caso a un gross de seda natural con estampado de grandes flores azul Francia que compré en Sedería José, otro clásico de Buenos Aires. Ir a Sedería José representa un viaje , puedo estar horas y horas viendo telas. Cuando lo visito pienso que deberían tener un cafecito dentro del local para poder parar un poco y así procesar todo lo visto , luego de un licuado o un té, porque no tomo café. Tienen tanta variedad y tan buena calidad.
Esta falda era otra de las prendas que quería hacerme, siempre amé este tipo de volumen en una pollera. Me recuerda mucho a Dries Van Noten, un diseñador belga que admiro desde siempre. Considero que tiene un corte simple , atractivo y muy femenino. Todavía no la estrené pero usarla para estas fotos me hizo sentir muy feliz.
Los lentes de sol
A estos lentes de Carla Di Sí pensé que los iba a usar “de vez en cuando”. Sin embargo, desde que me los compré en noviembre del año pasado hasta ahora, los tengo puestos todos los días de sol y que han sido muchos este verano. Siempre que los llevo puestos alguien me hace algún comentario, son un verdadero éxito. Mi relación con la Óptica Disi , negocio del papá de Carla, data de mis épocas de estilista y productora de Revista Viva, hace mil años. Y a Carlita la conocí muchos años después en el restaurante Club Zen , donde mi hermano Juan Caparra era el sushiman. Me encantan los lentes de sol, son un accesorio que no puedo dejar de tener.

Salón Muaré

Este tapado de terciopelo negro al que recorren hijos dorados que lo iluminan, lo encontré en Salón Muaré, el lugar que para mi fue la mejor casa de vestuario de Argentina. Sus dueñas fueron mis queridas amigas Carol Merea y Madretierra Evans.Cuando ellas cerraban definitivamente Salón para seguir nuevos rumbos , vendieron las prendas únicas y maravillosas que tenían allí. Este divino tapado de un terciopelo pesado tan envolvente que te abraza (si bien fue pensado para usarlo de noche me lo pongo a cualquier hora del día), siempre está dispuesto a salir a pasear.
Desde mi adolescencia, a mediados de la década del setenta me fascina la ropa antigua, porque con el hippismo la premisa era vestirse con ropa que no fuera de marcas, Te hacías tu propia ropa o bien ibas a ferias de antigüedades o mercados de pulgas. A mis 15, 16 y, 17 años ya me vestía con enaguas de satén, los zapatitos de les bebes ( zapatería para niños y niñas, la típica Guillermina de lona y cuero gamuzado en color crudo) que fabricaban números grandes, chaquetas a lo Jimi Hendrix con jeans ajustados.
. Recuerdo que tenía que acostarme en la cama para poder subir el cierre de mis jeans. Lo combinaba con botas tejanas fabricadas en la zapatería teatral de Av. Córdoba o bien con tacos de baile flamenco rojos, combinados con vestidos de gasa estampados y fulares largos a lo Isadora Duncan. Así vestida me iba a plaza Francia, o bien a algún recital de Pescado Rabioso o al cine Arte.
Colores que iluminan

El blanco cálido o crudo, o marfil o también llamado off white , da luz. Siempre me ha encantado vestir todo de un mismo color. A este “equipete” lo armé con un pantalón y una camisa de Kostüme, más un saco sastre de Paula Cahen D`anvers. Me encanta la ropa de diseño y los Kostüme tienen un estilo que va conmigo, este pantalón maravilloso , que es un clásico de la marca y la camisa “campera” en voile de algodón me los compré un poco con la idea de usarlos juntos. El saco de Paula Cahen Dànvers se podría decir que es antiguo, me lo compré en los años noventa, cuando Paula aún era dueña y diseñadora de la marca. Tiene ese corte clásico súperelegante y está realizado en crepe de seda.
Al toque se lo otorgó una flor en la solapa proveniente de la “Casa Vázquez”, que para mi fue una joya de Buenos Aires fundada en 1939. Se dedicaban a fabricar sombreros, accesorios para el pelo con plumas, piedras y flores de tela realizadas a mano pétalo por pétalo. Estaba en la esquina de Suipacha y Paraguay, allí Bautista Vazquez, un señor muy amable y callado, estaba siempre mirándolo todo desde su rincón y quien atendía era su nuera. Amaba ir a buscar accesorios para mis producciones y editoriales para revistas de moda. Siempre me atrajo armar equipos con prendas de diferentes identidades, finalmente un traje ya no es un traje tradicional, se transforma con la convivencia armónica de prendas que dan esa idea.
Sobres
Este sobre único es un diseño de mi amiga Anahí Morgenstern. Siempre que termina el día , cuando ya no necesito una amplia cartera estilo Mary Poppins (carteras que adoro, debo confesar) , llega el turno de los sobres. Representan un accesorio que me da la posibilidad de solo llevar las llaves, el celular, un poco de plata, los documentos y un labial. Anahí diseñó para su marca, Anahí M. maravillosas carteras durante muchos años Tengo dos sobres que amo y que siempre uso. Sus diseños, siempre muy Anahí , están llenos de mágicos detalles. Cerró su marca hace varios años para seguir nuevos rumbos . En la actualidad somos vecinas.

El sobre fue fotografiado por Marta María Fernández Mouján, encima de una mesa tallada por su hijo, Mateo Calcarami.
Mi hija Jazmín
Si hay una reina de las compras en ferias es mi hija! Esta maravilla de tapado, mezcla de impermeable clásico con spolverino, es uno de sus muchos hallazgos.Durante los últimos años, Jazmín me ha regalado maravillas encontradas en la feria de Chacarita (su barrio). Además me conoce muy bien y me elige prendas que siempre uso, Hace , poco me trajo de un viaje un enterito con estampado de flores maravilloso, que me queda como si me lo hubieran hecho a medida, Me contaban ella y Azul que al verlo pensaron inmediatamente en mi. ¡Es que Jaz tiene un don especial para encontrar tesoros en cualquier parte!

Epílogo
Hace unos años atrás y en plena transformación de mi vida, me vine a vivir definitivamente a mi casa de Traslasierra- Córdoba -y regalé bolsas y bolsas de ropa, accesorios y zapatos. Un poco con esta idea de hacer lugar a lo nuevo y dejar ir lo viejo.Me encanta pensar que mis prendas están por ahí y alguien está disfrutando de ellas y que la historia continúa. Y como siempre me encanta decir: ¡Que siga el baile!