
Con una portada protoeditorial de moda, protagonizada por dos muñecas y su baúl rebosante de petit atavíos el libro ”Prodigiosa Marilú” – Historia de una muñeca de moda –1932- 1961 – que se sumó a la colección Estudios de Moda de Ampersand y se erige en el lanzamiento editorial del año 2023.
La muñeca Marilú dispuesta a la izquierda, con su corte bob y un flequillo, modela un enterito blanco con rayas azules, un collar de perlas, un sombrero de paja rojo , mientras que de una manita cuelga una cartera azul que ostenta la silueta de un barquito a vela. A su derecha ,otra Marilú, rubia y con un peinado de trenzas coronado por un sombrero de rafia beige, luce un vestido verde con un cardigan rosa cuyo canesú exhibe puntillas. Frente a sus pedestales asoman asoman cajas de zapatos con el logo de la firma y variaciones sobre petite sandalias ya en color plata, en cuero negro calado y un bar de botas marrones de media caña. Un baúl verde exhibe sublimes modelos que ilustran el ajuar creado para la muñeca: de vestidos blancos con prints florales a otros en polka dots , cuadros rojos y blancos, a un pantalón de corte sartorial matizado con una chaqueta rosa orgullosa de sus mangas globo.
Articulado en siete extensos capítulos denominados “El gran pacto. Las muñecas, la moda, la costura y la crianza”. “París en América” “Una vida de cuento: María Alicia Larguía Sehl“, “El ajuar de Marilú“, “La tienda Marilú” y “Primitas jugando, el club de sobrinitas de tía Susana” que transcurren entre 290 páginas, cientos de fotografías e ilustraciones, representa el resultado de una investigación urdida por la educadora y gestora cultural Daniela Pelegrinelli durante dos décadas y que en 2021 fue distinguida con el Primer premio de Ensayo de Ampersand, su casa editora..
Pelegrinelli, quien nació en Coronel Pringles y se dedica a la formación de docentes, gestores culturales y diseñadores en temas vinculados al juego ( participó de la creación del Museo del Juguete de San Isidro) es una experta en la historia del juguete en la Argentina tan rigurosa que no vacila en corregir cualquier desliz acerca de su linaje que deslicen los fans y amateurs acerca de las diferenciaciones entre los moldes de una Jumeau, la excelencia técnica de la factoría alemana Kammer& Reinhardt, las diversas calidades y los tonos de porcelana y demás materiales que compusieron la forma y la fórmula de las Marilú. Además es la autora del Diccionario de juguetes argentinos. Infancia, industria y educación 1880- 1965 , publicado en 2010 por “El juguete ilustrado Editor”.
Como fundamenta desde el prólogo: “Escribí este libro como quien cose un traje completo a partir de los retazos que ha ido acumulando a través de los años. Cada retazo alude a alguna de las tantas circunstancias que me trajeron hasta acá, representa una noche de verano transcurrida en una biblioteca o evoca una conversación que quedó impregnada con el olor del lacre con que se reparan algunas muñecas”.
Su devoción por la muñeca Marilú comenzó cuando vio por primera vez una de ellas en una “Clínica de muñecas”, dispuesta en un local de calle Salta al 800 (creada por Antonio Caro), a la que asistió durante varios años para intentar aprender el oficio de restauradora y de doctora en muñecas . Semejante iniciación le permitió conocer a expertos en juguetes, coleccionistas y otros devotos con los que entabló complicidades que se prolongaron en el tiempo. Unos años más tarde, entrevistó a Marilú Dari de Squirru , la hija de la creadora de la muñeca (de cuyo nombre derivó la denominación de la muñequita creada en 1932 e inicialmente difundida desde la revista “Billiken”), hasta que el grupo editorial Atlántida le concedió una revista propia, provista de la historieta “la Maravillosa vida de Marilú”, cuyo lanzamiento se fechó en marzo de 1933 y con un precio fijo de 20 centavos. Sus portadas tuvieron ilustraciones de la pintora tucumana Mercedes Rodriguéz, del chileno Raúl Manteola ( habitual autor de las portadas de “Para Tí”) de Consuelo Navarro y de W. Dietrich, entre otros autores.
Además de referirse a la función pedagógica y fetichista de las muñecas, Daniela revela la génesis de la muñeca, la revista, la casa de modas inicialmente dispuesta en Florida 744, al tiempo que ofrece una biografía hasta ahora inédita de Alicia Larguía. la artífice de la muñeca y de un concepto innovador que según sus palabras: “reflejó una sociedad tácita pero eficaz entre los intereses políticos y estratégicos de la cultura del vestido y las muñecas .Es imposible comprender este pacto fundante del que Marilú es heredera, si no es como parte del preceso que convirtió a la moda en un sistema internacionalizado bajo la hegemonía francesa e hizo de París la expresión más perfecta de la vida civilizada “.
Los textos indagan en las muñecas que oficiaron de maniquíes para difundir las novedades de la moda alrededor del mundo y cuyos hitos fueron documentados por el historiador Max Von Bohen en su enciclopedia de la moda compuesta de varios tomos de lomo azul; “Durante el siglo dieciocho muchas muñecas fueron enviadas a Inglaterra e incluso al continente amerciano, y en los diarios ingleses algunos anuncios destaaron “El sábado pasado llegó a mi casa en King Street- Covent Garden-, la muñeca francesa del año 1712 “. También la experta Kate Nelson Best refiere a los salones literarios liderados entre 1605 y 1667 en París por la Marquesa de Rambouillet y donde una vez al mes se exhibián muñecas con sus atuendos e indagó en la fisonomía y el modus operandi de las muñecas Pandora, que divulgaban las novedades de la moda francesa<
Tales antecedentes, sentaron precedentes para la aparición y en 1905, de Bleuette, una muñeca niña, que estuvo asociada a la revista “La semaine de Suzzete” y que fue la principal inspiración del corpus Marilú
En su research de la “cultura material de la niñez”, exalta a las muñecas niña creadas por Adélaide Huret, la hija de un ingeniero mecánico e inventor, nacida en Paris en 1813. Entre sus aportes destaca la creacion de una marca que respondió a su apellido, el uso de cabezas de porcelana y la estrategia de realizar los cuerpos de las muñecas con un material irrompible denominado gutta- percha sin descuidar la disposición de articulaciones mediante dispositivos que facilitaran los movimientos para que las niñas pudiesen jugar con ellas . Regidas por una ecuación que permitía que las muñecas tuvieran las proporciones de una niña y que sus medidas pudieran ser sostenidas por los pequeños brazos de las infantas.
Unas y otros creaciones de Huret se pudieron contemplar en los escaparates del local insignia del Boulevard Montmartre “vestidas en la más actual tendencia de la moda infantil femenina”, además identificó el linaje de sus ropas mediante la etiqueta “Huret á París” .
No omite los cruces contemporáneos y tributos a las muñecas de moda según Galliano, Viktor & Rolf y el defile de maniquíes símil marionetas presentado por Jeremy Scott para Moschino en la primavera de 2021 ( y que incluyó a icónicas editoras de moda y habitués de los front rows), tampoco la estrategia circa 1918 en que Jeanne Lanvin vistió ocho muñecas con cabezas de porcelana Sévres para exhibirlas en la Exposición de artes francesas, los juegos de moda de Jeanne Paquin o de Charles Worth. Todo ello en el contexto del Teatro de la Moda, un santuario de muñecas – maniquí creadas por Eliane Bonabel y en el que trabajaron los artistas Jean Cocteau y Christian Bérard, ; respondió a ntentar reposicionar a Francia como epicentro de la moda,luego de la Segunda Guerra Mundial ,
La muñeca Marilú fue anunciada el 14 de noviembre de 1932 desde la publicación Billiken y como un cuento de hadas ejecutado por” una preciosa chiquita con grandes ojazos que cierra y abre a cada rato para que todo el mundo pueda admirar sus largas y sedosas pestañas; con una boquita que sonríe continuamente , y una melenita que parece recién salida de manos del peluquero. . vuestra futura hijita se llama “Marilú” y lleva su nombre impreso en el cuerpo”. Y como estrategia y juego interactivo se propuso a las lectoras ser protagonistas de la historias y se deslizó la omnipresencia de la “Tía Susana”, un personaje fundamental, también ideado por Alicia Larguía.
Otro gran aporte del libro consiste en indagar en la trama de la familia Souto en la firma y las vidrieras y fabulosos diseños de la modista Sara Souto, la principal colaboradora de Alicia Larguía y quien continuó con la firma de moda, luego de que se retirase a Córdoba y a su casa de Nono, denominada Nomaí ( donde la creadora del universo Marilú vivió hasta 1976).

Marilú. Industria Argentina. Ca. 1940. Caja y ropa original. Col. Elsa Keller. Fotografía Graciela Calabrese.

