Representa un caso de militancia feminista vinculado con las prédicas de una moda que reflejara los modismos de un grupo de mujeres independientes de los mandatos y de las siluetas hegemónicas de 1800.

En 1849 la norteamericana Amelia Bloomer comenzó a editar su propio periódico, el primero dedicado exclusivamente para la mujer, Se llamó “The Lily, a Ladies’ Journal Devoted to Temperance and Literature” y se publicó hasta 1853. “The Lily…” abogaba por la necesidad de encontrar vestimenta menos recargada y opresora, adecuada para la realización de las tareas de la mujer activa . Amelia Bloomer, promovió el uso de la prenda y desde su publicación escribió: “A vosotras, amas de casa, os decimos: desabrochad vuestros vestidos y dejad que todas las prendas queden holgadas sobre vuestros cuerpos y henchíos de aire tanto como podáis, y en ese mismo instante abrochad la ropas”. Si bien Amelia no fue la artífice de semejante atuendo utilitario incorporó su uso junto a un grupo de amigas , entre ellas la actriz y novelista Fanny Kemble.
En 1851, la activista Lilly Miller incorporó un estilo llamado “vestido racional”, Consistió en calzones al estilo oriental y, sobre ellos, un sencillo vestido corto o falda y chaqueta. Sin embargo, los Bloomers fueron objeto de incesantes burlas en la prensa y acoso en las calles. La propia Amelia Bloomer abandonó la moda en 1859, argumentando que la crinolina, era una reforma suficiente para que pudiera volver a la vestimenta convencional.